Ante el temor de que alguno de los diez líderes de organizaciones criminales presos en el Penal del Altiplano se fugue, el Gobierno Federal endureció las medidas de seguridad.
Ahora, los reos que “requieren de medidas de vigilancia especial” tienen una visita familiar por semana, una íntima por quincena, una llamada telefónica de diez minutos cada 15 días, dos horas semanales para dar vueltas en un patio reducido y un sólo permiso quincenal para hacer las compras en la tienda de la prisión.
Además, sólo pueden tener acceso a sus abogados una hora a la semana y no a diario, como el resto de la población penitenciaria.
Fuente: Notisistema